Letra y Música: Santi García
No acostumbro a mirarme en el espejo
por si acaso ya no me reconozco,
por si encuentro tu cara en mis pretextos,
mi sueño en el trastero,
el miedo entre tu voz.
Por si el tiempo me vuelve a confundir
con el lobo feroz.
A veces, los fantasmas del armario
reclaman su lugar en mi memoria.
Consumen mi aire, llenan mi espacio,
escriben mi diario
y no se dejan ver.
Cada noche, registro, por si acaso,
debajo del somier.
Morir a cada instante
para nacer de cada herida.
Vivir hacia adelante
sin ser un aspirante
a simple espectador.
Si olvido que te olvido
es solo por pudor.
Hace tiempo que no temo a la muerte
ni a las voces que anuncian el ocaso
ni a quedarme perdido a mi suerte
ni al moho de las paredes
ni la puerta de atrás…
Hace tiempo que solo tengo miedo
a todo lo demás.
Morir a cada instante
para nacer de cada herida.
Vivir hacia adelante
sin ser un aspirante
a simple espectador.
La vida travestida
de material sobrante.
La luz está encendida
y el instinto homicida
resulta agotador.